Ver un folleto de 1959 del analgésico Midol
que recomendaba las duchas. Ver una antigua jeringa
para ducha de los E.U. y leer lo que una mujer otrora famosa en el tema
de la "higiene femenina" escribió sobre las duchas. Y ver
un aún más antiguo juego para ducha de los E.U., Mon Docteur (Mi Doctor en francés) con instrucciones,
de alrededor de 1929.
Ver también un aviso publicitario australiano
sobre duchas (ca. 1900) Polvo para duchas Fresca
(E.U.A.) (fecha ¿?) Aviso del líquido para duchas Kotique, 1974 (E.U.A.) Aviso de lavado genital
Liasan (1), de la década de 1980 (Alemania)
- Aviso de lavado genital Liasan (2), de la década
de 1980 (Alemania) - Aviso del líquido para duchas Lysol,
1928 (E.U.A.) - Aviso del líquido para duchas Lysol,
1948 (E.U.A.) - Aviso del líquido para duchas Marvel,
1928 (E.U.A.) Aviso del analgésico menstrual Midol,
1938 (E.U.A.) - Folleto de Midol (selecciones),
1959 (E.U.A.) Aviso de la crema desodorante Mum,
1926 (E.U.A.) - Aviso del analgésico menstrual Myzone,
1952 (Australia) Aviso del spray genital Pristeen,
1969 (E.U.A.) Tabletas analgésicas Spalt,
1936 (Alemania) Aviso del líquido para duchas Sterizol,
1926 (E.U.A.) Aviso del spray genital Vionell,
1970, con Cheryl Tiegs (Alemania) Aviso del líquido para duchas
Zonite, 1928 (E.U.A.)
La página del olor.
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Aspectos arquetípicos de los genitales femeninos
por el Dr. Nelson Soucasaux, ginecólogo brasilero
Este artículo trata más que nada sobre algunos de los
imperecederos e innumerables aspectos arquetípicos y simbólicos
de los órganos sexuales femeninos y, por lo tanto, de la relevancia
que tienen, han tenido o tuvieron en nuestra comprensión (y desafortunadamente
con frecuencia incomprensión) de la naturaleza femenina a lo largo
de la historia.
Debido a la ignorancia sobre los detalles anatómicos y fisiológicos
de la genitalia femenina, en el pasado se consolidó una fuerte tendencia
a considerar el tero como "el órgano fundamental de la mujer".
Este punto de vista a menudo inducía a la identificación simbólica
de la mujer con este órgano y fallaba a la hora de reconocer la enorme
importancia de los otros órganos que constituyen el aparato genital
femenino. Una noción excesivamente "histero-céntrica"
dominaba la concepción de la sexualidad femenina. ["Histero"
proviene del griego y significa "tero", tal como la encontramos
en "histerectomía" e "histeria" -- leer más
abajo]. Esta idea se vio fortalecida por la cuantiosa mitología que
siempre ha existido entorno al tero, abarcando lo que podríamos denominar
los "arquetipos uterinos". Aquí utilizo el concepto jungiano
de arquetipo [o sea, el concepto del psicoanalista suizo Carl Gustav Jung].
Y hablando de médicos de la antigüedad, Pierre Vachet ha
notado que, profundamente impresionados por la periodicidad de la vida orgánica
de las mujeres, estos médicos pensaban que habían encontrado
la "llave" para la comprensión de la psiquis femenina en
las funciones genitales: "tota mulier in utero" (Vachet, P. "A
Mulher - Enigma Psico-Sexual" ["La Femme, Cette Enigme"],
Círculo do Livro, São Paulo, Brasil, 1976). Acá se
puede constatar con claridad hasta quÈ punto el tero fue, de modo
equivocado, considerado casi como el "sinónimo" de los
órganos sexuales femeninos. Esto quiere decir que, en el pasado,
la totalidad de los elementos constituyentes de los genitales femeninos
eran representados principalmente por una de sus partes, o sea, se consideraba
que la parte asumía el rol del conjunto.
Otro ejemplo del marcado simbolismo del tero en la naturaleza femenina
reside en el origen mismo de la palabra "histeria", que, por mucho
tiempo, fue utilizada para designar numerosos desórdenes psicológicos,
emocionales y nerviosos del sexo femenino. En relación con el concepto
de "histeria" y también otras patologías de las
mujeres Germaine Greer ha observado que algunos médicos creen que
"...est femineo generis pars una uterus omnium morborum", "el
útero participa en todas las enfermedades de las mujeres". Segn
Greer, se creía que las mujeres estaban sometidas por naturaleza
a la "tiranía" del "tero insaciable". (Greer,
G. "A Mulher Eunuco" ["The Female Eunuch"], CÌrculo
do Livro, São Paulo, Brasil, 1975).
Con la adquisición de un conocimiento más preciso y exacto
sobre los órganos sexuales femeninos, su anatomÌa, psicología
y patologías, esta antigua postura "histeroc-céntrica"
no pudo ser mantenida ya por más tiempo bajo la luz de la ciencia
médica. An así, debido a la influencia de los ya mencionados
"arquetipos uterinos", mucha de la mitología relacionada
con este órgano sigue vigente.
En mi opinión, desde el punto de vista somático (corporal),
todo lo que en el cuerpo de las mujeres las caracteriza como tales es investido
de tremenda significación. Sin embargo, si debiéramos atribuir
grados de importancia a las diversas partes del cuerpo femenino incluido
los genitales, sin duda, psicológicamente hablando, los ovarios tienen
mucha más importancia para el conjunto de la mujer que el tero. Es
más, como todos saben, el mismo tero depende de las hormonas ováricas
para alcanzar su desarrollo completo en la pubertad y para el mantenimiento
de su troficidad y funciones a lo largo de los años de fertilidad
de la mujer; el ciclo endometrial es controlado por los estrógenos
y la progesterona producidos por los ovários y, por ultimo, el embarazo
obviamente depende de la fertilización de un ovocito originado en
estos órganos. Como siempre solía subrayar, casi todo lo que
es característicamente femenino en el cuerpo de la mujer depende
sobre todo de los estrógenos ováricos, ya que ellos son las
hormonas fundamentales de la feminidad a nivel físico.
Fue justo por esta razón que, obviamente sin tratar de caer en
una postura "ovari-céntrica", he dedicado todo un capítulo
de mi libro "Os Órgãos Sexualis Femininos: Forma, Função,
Símbolo e Arquétipo" ("Los órganos sexuales
femeninos: forma, función, simbología y arquetipo") a
los ovarios. Si consideramos por un lado la importancia crucial de estos
órganos para la psicología femenina y para la conservación
del bienestar corporal y, por otro lado, las paradojas de su naturaleza,
nos daremos cuenta de que los ovarios requieren nuestra especial atención.
(Sobre el tema ver mis artículos "Los ovarios: algunas consideraciones
funcionales y arquetípicas" y "Naturaleza de los ovarios",
publicados acá en MUM).
Volviendo al viejo punto de vista histerocéntrico de las mujeres,
es primordial aclarar que las antiguas asociaciones hechas entre el tero
y el impulso sexual femenino tuvieron una significación esencialmente
simbólica y arquetípica, quedando exentas de cualquier base
psicológica. A pesar de la considerable participación del
tero en la respuesta sexual femenina, culminando con las típicas
contracciones orgásmicas uterinas, es innegable que, a nivel genital,
la respuesta clitoridiana y vulvo-vaginal es mucho, mucho más importante
que la uterina. Esto se debe a que los principales "receptores"
pélvicos a la estimulación sexual en las mujeres se ubican
en el clítoris y las otras estructuras vulvares, en la entrada de
la vagina y en el controvertido Punto de Gräfenberg [el "punto
G", partícipe en los orgasmos de algunas mujeres y localizado
entre la vagina y la uretra]. Durante la respuesta orgásmica, las
contracciones de los musculos que rodean el ltimo tercio bajo de la vagina
son, quizás, mucho más importantes que las contracciones uterinas
experimentadas al mismo tiempo.
Incluso tomando en consideración todo lo dicho y a pesar de que,
en el estado actual de nuestro conocimiento el tero ya no puede ser considerado
como "el principal órgano femenino", la belleza y el valor
claramente enorme, así como la relevancia de este órgano no
se han visto afectados. Una parte considerable de la prolífica mitología
asociada con la matriz an conserva sus buenas razones para existir. Pero,
debemos ser cuidadosos en no restringir la importancia del tero a su función
reproductiva (como la medicina lamentablemente hace a menudo), porque el
valor de este órgano del cuerpo femenino trasciende de lejos esta
función. En mi opinión, al tero se lo dota de una razón
para existir y de un simbolismo muy peculiar que ha adquirido supremacía
más allá de su exclusiva capacidad reproductiva biológica.
(Además, no podemos olvidar que, desde una perspectiva psicológica,
el tero espeja constantemente la funció n ovárica con la periódica
aparición de la menstruación).
Como señalé en mi libro "Novas perspectivas em ginecologia"
("Nuevas perspectivas en ginecología"), el hecho que las
mujeres estén dotadas de un aparato genital y posean una psicología
que, además de caracterizarlas como mujeres y de originar un tipo
de actividad sexual determinada, también posee una función
reproductiva, no nos da el derecho de considerar este ltimo como el aspecto
principal. Desde la visión existencial, toda forma y complexión
humanas trascienden de lejos su propósito biológico original.
Pienso que esta observación ilustra bastante bien lo que quiero decir
sobre el enorme valor intrínseco del tero en su calidad de órgano
típicamente femenino, y que este valor va mucho más allá
de su aspecto meramente reproductivo.
Pero volvamos a las facetas arquetípicas, simbólicas y
mitológicas de los órganos sexuales femeninos. A pesar de
que la mitología relacionada con la genitalia femenina siempre ha
sido muy abundante, por desgracia una gran parte es muy poco específica
sobre las peculiaridades de cada órgano o las partes de este aparato.
Considerando que la mayoría de los contenidos arquetípicos
expresados en las mitologías son muy viejos y se remontan a tiempos
en los que el conocimiento anatómico era escaso, muchos de los arquetipos
vinculados a los genitales femeninos, pelvis y vientre están "focalizados"
en el tero, la vagina y la vulva. Por lo tanto, en su gran mayoría
son "arquetipos tero-vaginales". Por este motivo, desdichadamente,
es difícil encontrar en la mitología referencias a los ovarios
y a las trompas de Falopio.
Otro aspecto a destacar sobre los mitos relacionados con los genitales
femeninos es que estos siempre se vigorizaron gracias a la ubicación
intrapélvica y por ende interna de la mayoría de ellos. Este
hecho unido a la abundante simbología de los genitales femeninos,
incrementó notablemente sus peculiaridades y atributos "misteriosos"
por decirlo de algo modo. Así es como incontables fantasías,
a la cabeza de los más variopintos contenidos arquetípicos,
han sido elaborados constantemente sobre los órganos sexuales de
la mujer, así como de la pelvis y el vientre que los alojan.
Incluso en nuestros días, numerosas mujeres cultas y educadas
demuestran una considerable falta de conocimiento en lo tocante a los detalles
de la anatomía y fisiología de sus genitales internos. Es
innecesario recalcar que la ignorancia masculina sobre los genitales internos
también sigue siendo enorme.
Regresando a la mitología, la condición intrapélvica
y en consecuencia "oculta" de los genitales femeninos, sumado
al misterio sempiterno que ha rodeado desde siempre la naturaleza femenil,
dio origen a cuantiosas analogías simbólicas entre estos y
variados elementos fantásticos tales como cuevas mágicas,
portales enigmáticos y tneles, pozos y manantiales profundos, bocas
tan seductoras como amenazantes, etc. En realidad, el "canal"
genital puede ser considerado como una "vía de ingreso"
a la intimidad del cuerpo femenino y, simbólicamente, a la "fuente
de la vida".
En la investigación médica moderna, otras clases de arquetipos
uterinos son las "matrices perinatales de lo inconsciente", descriptas
por Stanislav Grof y vinculadas con las etapas de la infancia (Grof, S.,
"Beyond the Brain - Birth, Death and Transcendence in Psychotherapy,"
("Más allá del cerebro ñ nacimiento, muerte y
trascendencia en psicoterapia") McGraw-Hill, U.S.A., 1988).
El texto anterior es un extracto de mi libro "Os Órgãos
Sexuais Femininos: Forma, Função, Símbolo e Arquétipo"
("Los órganos sexuales femeninos: forma, función, simbología
y arquetipo"), publicado por Imago Editora, Río de Janeiro,
1993. Para información sobre el libro ver la página http://www.nelsonginecologia.med.br/orgaos.htm
de mi sitio web www.nelsonginecologia.med.br
Copyright Nelson Soucasaux 1993, 2003
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Nelson Soucasaux es ginecólogo especializado en ginecología
clínica, preventiva y psicosomática. Graduado en 1974 en la
Faculdade de Medicina da Universidade Federal do Rio de Janeiro, Brasil,
es autor de numerosos artículos publicados en revistas médicas
y del libro "Novas perspectivas em ginecologia" ("Nuevas
perspectivas en ginecología") y "Os Órgãos
Sexuais Femininos: Forma, Função, Símbolo e Arquétipo"
("Los órganos sexuales femeninos: forma, función, simbología
y arquetipo"), publicado por Imago Editora, Río de Janeiro,
1993.
Traducido por María García
©2008 María García
(www.maria-garcia.com.ar) |
Traducido por María García ©2008 María
García© page 2008 Harry Finley. It is illegal to reproduce
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